¡Oh, el mundo gira!

 

 

DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 11
10-05-99
Si bebes no cojas la pistola
En España se ha rebajado la tasa de alcoholemia en la prueba que realizan los guardias de tráfico a los conductores. Ahora, con beber un poco ya está prohibido conducir. Por un lado, muchos ciudadanos temen ser sancionados en los controles, porque lo normal es llevar en el cuerpo al menos un par de cervezas. Y por otro, asoman sus cabezas pensantes los defensores a ultranza de la libertad individual. Cada uno, dicen, debe beber lo que considere oportuno, sin que nadie tenga que decirle cuánto. Pues vaya, amigos. Un coche en manos de un abstemio es un arma peligrosa, que puede acabar con la vida de varias personas con una facilidad pasmosa. No digamos si el conductor ha bebido alcohol. La probabilidad se dispara, nunca mejor dicho. Así que los defensores de la mezcla alcohol y volante lo mejor que pueden hacer antes de matarnos a todos es acercarse a una de las manifestaciones que organiza el podrido de Charlton Heston para usar armas indiscriminadamente. Y a ver si a uno de los descerebrados de su organización nazi se le escapa algún tiro. Pero que no nos vengan los gurús de la libertad (esos que suelen acabar acomodados entre los algodones de su miseria moral) a darnos lecciones: nada más ruin que usar la propia libertad para pisotear la de los demás. Y que los que defendemos la cultura del alcohol no caigamos en la tentación de hacerla extensiva a la conducción. Una buena borrachera puede hacerte la vida mucho más placentera. Pero a casa, en taxi.

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