¡Oh, el mundo gira!

 

 

DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 12
11-05-99
Va bene
Según un reciente estudio de las Cámaras de Comercio e Industria, España tardará treinta años en alcanzar la inversión media europea en Investigación y Desarrollo (lo que se suele conocer por I+D). Treinta años. ¿Es posible que un país europeo moderno lleve tanto tiempo de retraso con respecto a la media de su supuesto entorno? Normalmente, los mensajes oficiales nos intentan convencer de que estamos a la altura de nuestros compañeros del norte utilizando datos macroeconómicos más bien abstrusos, en nada comparables al que se nos ofrece ahora. La investigación lleva a los avances, es decir al progreso. Y el progreso es la consecuencia directa del perfeccionamiento del conocimiento humano, si atendemos a los casi olvidados postulados de aquellos franceses que escribían enciclopedias. Pero como las cosas hoy en día no son tan sencillas como para verlas desde el prisma de hace dos siglos, paradójicamente tenemos que recibir la noticia como algo positivo. Veamos; la mayor parte de los presupuestos mundiales en I+D se dedican a inventar y perfeccionar las armas, que sustentan el negocio más rentable del planeta. El resto de inversiones van a parar al mundo de la energía, que desarrolla nuevos combustibles, a cual más contaminante, dejando de lado la investigación sobre Fusión Nuclear, la energía limpia del futuro (no confundir con la Fisión Nuclear actual, de temibles residuos y peligros). Poco queda para combatir enfermedades o diseñar programas de desarrollo en las zonas desfavorecidas (en realidad, casi nada). Así que viva el retraso si significa avance real (mejor quedarnos donde estamos que retroceder) y abajo los dirigentes farsantes. España funciona sin que nadie sepa cómo y sus habitantes sobreviven pese a las estadísticas. Acordémonos de las palabras de los indios americanos sobre lo que le sucederá al hombre si maltrata la tierra que pisa y defendamos la Investigación para la Paz y el Desarrollo Sostenible, dos conceptos que no forman parte de los datos oficiales.

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