¡Oh, el mundo gira!

 

 

DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 27
27-05-99
Vestigios del colonialismo
Dicho ya aquí: Ceuta y Melilla lo tienen negro. Capítulo de hoy: Canarias. Nunca la ficción superó menos a la realidad. Pánico, zozobra, y un barco naufraga en aguas del archipiélago. Se debe proceder al rescate de los ocupantes. Mientras tanto, un partido de la península, de corte liberal y moderno, llamado Popular, tiene entre sus filas a lo más granado; y altos cargos del partido necesitan viajar en transporte aéreo, como usted y como yo... Olas sobre los cuerpos que aguantan en la mar. ¿Dónde hay un helicóptero? ¿Está libre este de rescate? Qué mejor protección civil que la ejercida sobre los representantes electos del pueblo... Altos cargos vuelan en helicóptero, usurpado al pueblo, como el poder. En la mar, el rescate no se produce. En la mar, un marinero muere. Pero esta vez muere porque unos altos cargos del Partido Popular han robado un helicóptero al marinero. Algunos dirían, si se enterasen de esto, que un rebaño de asesinos anda suelto. Pero no es así: simplemente unos señores muy aseados necesitaban desplazarse, y cómo iban a saber ellos que se estaba muriendo un trabajador en alta mar. Cómo iban a oír los gritos, si tenían las orejas llenas de teléfonos móviles. Pero no volverá a suceder. En el partido, compungidos, han declarado que si esto es verdad (hipocresía suavizante), no volverá a suceder, que no se deben coger al pueblo los helicópteros del pueblo. (Mientras no se privaticen los servicios de protección civil, que todo llegará). Hace unos años, el vicepresidente del gobierno se desplazaba en un avión militar para llegar antes: al menos lo hurtaba a los generales. Hoy se roba impunemente hasta el último aliento de vida de los obreros moribundos, y los expertos en campañas de desprestigio se lavan las manos. Bravo.

VOLVER A MELGUENCIO