¡Oh, el mundo gira!

 

 

DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 58
08-07-99
Interruptores
Detener, interrumpir, parar. Una gestación, por ejemplo. En ese caso podemos hablar de interrupción del embarazo. Otro caso puede ser la interrupción del curso de una ley justa. Esta vez hablamos de criminalidad organizada. La primera opción se refiere al aborto, y la segunda a los energúmenos antiabortistas. El aborto como experiencia dolorosa para una madre que se ve obligada a no tener un hijo, y la criminalidad de quienes ejercen de interruptores de la libertad impidiendo que se aborte en casa sin riesgo. Desde hace once años las organizaciones de delincuentes cristianos españolas han estado evitando que se comercialice la píldora abortiva, llamada RU 468. Una pastilla que ingerida por la mujer embarazada le evita tener a su hijo. Una medicina que lleva funcionando con éxito en Francia desde 1988, que acaba de ser autorizada en Alemania y que sólo se puede utilizar además en Suecia y Gran Bretaña. El laboratorio que la fabrica tiene solicitado el permiso para comercializarla en ocho países de Europa más. En septiembre de este año, ya está confirmado que se pondrá a la venta en España. Paradójica noticia, teniendo en cuenta que del año 88 al 96 gobernaba un partido de izquierdas. Más aún sabiendo de qué Opus cojea el partido que gobierna actualmente. Con la denominación comercial de Mifegyne, las españolas que lo deseen podrán por fin administrarse la píldora abortiva. Algo habremos ganado, aunque debemos avisar a todas las mujeres con posibles embarazos no deseados, que la sanidad española provee gratuitamente de la píldora del día siguiente en sus centros de urgencias. Que por desconocimiento no sea. Un niño no deseado es un niño infeliz. Y más vale no nacer que vivir amargado, sobre todo si de mayor te conviertes en interruptor de iniciativas para hacernos a todos más libres.

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