¡Oh, el mundo gira!

 


DISCURS.O.S. por Melguencio Melchavas
Número 140

23-3-2000

Herri Batasuna o la conmemoración del esqueje

Parece que el Parlamento Europeo no sirve para nada. Es una impresión generalizada, puesto que las grandes decisiones las toman las empresas transnacionales y los Estados Unidos, y las pequeñas leyes las redactan los parlamentos regionales. Pero hete aquí que una noticia ridícula nos levanta la liebre de una gran verdad: “El Parlamento Europeo de Estrasburgo no apoya el regreso a su país de los pretendientes a los tronos de Italia y Austria”. Leemos más detenidamente, y comprobamos que ni Víctor Manuel de Saboya, pretendiente al trono de Italia, ni Félix y Carlos Luis de Habsburgo, varones aspirantes al de Austria, podrán volver a sus respectivos lugares de origen, puesto que sus antepasados fueron expulsados y los dos países prohíben a nadie de sus estirpes volver, no vaya a ser que reclamen vergonzosos derechos dinásticos en sendas repúblicas. Es evidente que nos hallamos ante una ley justa, por una vez, que asegura el blindaje democrático ante la rapiña aristocrática. Y la votación en el Parlamento Europeo al respecto dio un resultado claro, de 256 votos en contra de inmiscuirse, 173 a favor y 13 abstenciones. Aquí viene nuestra verdad revelada de hoy: socialistas, liberales, comunistas, ecologistas y algunos diputados conservadores dieron su no a la perpetuación de la injusticia. El grupo del PPE (Partido Popular Europeo), los conservadores franceses e irlandeses, así como el PNV y la marca electoral de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, votaron a favor del desatino. Los revolucionarios independentistas, adalides del republicanismo recalcitrante, apoyan a las rancias familias de parásitos que desean volver a chupar la sangre de Europa. A este paso, pronto veremos a José María Aznar quemando conventos, decretando el amor libre o demostrando inteligencia.

 

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