¡Oh, el mundo gira!
DISCURS.O.S. por
Melguencio Melchavas
Número 153
9-7-2000
Bové
Aunque los líderes suelen convertirse en verdugos, y cualquier personaje susceptible de movilizar a las masas debe levantar nuestras sospechas, hay un caso reciente que se mantiene fresco todavía. Se trata de un tal José Bové, un líder campesino francés que ha sido juzgado por causar desperfectos en un restaurante Mc Donald’s en 1999. La organización que preside, llamada Confederación Campesina, organizó el ataque contra el citado edificio, que permanecía en obras. Todos a una irrumpieron en la construcción, y causaron los destrozos que estuvieron en sus manos. Por encabezar tal acción, que merecería por lo menos la Medalla de Honor al Mérito Civil, Bové sufre la incómoda situación de un juicio. Aunque todo esto no ha hecho sino aumentar su popularidad, y convertirlo en el símbolo francés de la lucha contra la comida basura. Pero más allá, le ha elevado a la categoría de “antiglobalizador”. Eso sí es un honor. Durante el último cuarto de siglo, este idealista ha ejercido de activista en diversos colectivos ecologistas e izquierdistas, y hoy representa para todos los humanos de buena voluntad un pequeño bastión de esperanza para poder dinamitar el pensamiento único, que es la ausencia de pensamiento, la organización de las actividades cotidianas desde un único foco de decisiones, la consagración de la injusticia como modus vivendi y la organización económica liberal-selvática como filosofía ultramoderna. Seguramente, con o sin Bové los opulentos seguirán sentando sus inmensas posaderas sobre los franceses en general y el resto del grueso de las poblaciones del mundo... pero al menos uno de sus llamados restaurantes habrá sufrido un ataque más, para demostrar que no es fácil librarse de la memoria histórica que recuerda la dignidad como algo que fue formulado por los antiguos ideólogos.