La Filmoteca de Zaragoza

Por Luis Antonio Alarcón


Biblioteca de la Filmoteca de Zaragoza


Me refería en el número anterior a la Filmoteca como el principal lugar al que acude el cinéfilo de la ciudad. La programación que ofrece el Departamento de Difusión y Exhibición, dirigido por Leandro Martínez, es magnífica (atentos este mes al ciclo dedicado a Martin Scorsese y, especialmente, a su paralelo). Sin embargo, la Filmoteca dispone de otro departamento probablemente más desconocido por la mayoría pero cuya labor es de crucial importancia. Se trata del Departamento de Investigación y Archivo, que dirige Ana Marquesán y que cuenta con un estupendo equipo de profesionales integrado por Teresa Serra, David Ruiz y Manuel Calvo.


El trabajo de las Filmotecas en lo que a conservación y recuperación del patrimonio fílmico se refiere es fundamental. La idea que anima el nacimiento de este organismo es la salvaguarda de absolutamente toda la producción cinematográfica de un país sin discriminación alguna. Así, si cada nación se encarga de cuidar su cine, podrá conservarse el patrimonio cinematográfico universal y facilitar el intercambio de material con otros países para hacerlo accesible a la mayor cantidad de público posible. Pese a todo, los primeros archivos no germinarán hasta los años treinta, con lo que algunas pérdidas son irreparables. De este modo, se estima que hasta 1920 se ha perdido el 80% de la producción fílmica mundial. Y en el caso concreto de España, este cine perdido en el periodo que va de su aparición hasta justo antes de la guerra civil aumenta al 90%. Unas cifras desde luego escalofriantes.


La Filmoteca de Zaragoza se encarga sobre todo de la conservación del patrimonio cinematográfico aragonés, tanto de autores como de temas. Su sede se encuentra situada en el antiguo Cuartel de Palafox (C/ Domingo Miral 3). Además de películas, también posee una amplia colección de libros, revistas, folletos, carteles y otros materiales que están a disposición de los investigadores.


Los trabajos de restauración que la Filmoteca de Zaragoza ha llevado a cabo hasta hoy son amplios y abarcan desde imágenes taurinas que van de 1904 a 1950, imágenes de archivo de documentalistas y pioneros aragoneses y hasta obras de ficción de gran importancia dentro de la Historia del Cine Español. El proceso de recuperación de estas obras es diverso ya que depende de muchos factores y así se puede tardar desde uno hasta cinco años, dependiendo de los trabajos que se deban llevar a cabo con el material. Todo comienza con la localización de la película. En ocasiones puede tratarse de una donación pero en otras se ha de negociar su compra con el propietario, lo cual ya implica un proceso que puede ser más o menos largo. A continuación hay que estudiar el material para dictaminar el estado físico de conservación, lavar la copia y arreglar las imperfecciones, para terminar tirando las copias que sirvan para su conservación y posible exhibición. Cada película posee su historia y el material que llega al restaurador puede ser muy diferente de una obra a otra. Incluso dentro de un mismo filme, la degradación no es la misma en unos fotogramas que en otros, por lo que la tarea aún se complica más. Se trata de un trabajo en equipo ya que deben colaborar documentalistas, historiadores, técnicos fílmicos, productoras y músicos.

 


Vías Canfranc (1927)



En palabras de la propia Ana Marquesán: "Los materiales que llegan a manos del restaurador de una película pueden ser tan diversos como los que surgen del proceso de preparación, rodaje, postproducción y explotación comercial de la misma: copias de exhibición, copiones, descartes, negativos, bandas de sonido, distintos pasos, formatos o coloraciones, distintas versiones, segundas tomas, intertítulos, guiones de montaje, técnicos, etc. A los problemas que esto plantea hay que añadir los derivados de las características y estado físico del soporte y de la emulsión provocados por los procesos de fabricación y revelado y por su almacenamiento."


Por citar algunas de las películas que la Filmoteca de Zaragoza ha recuperado, nombraremos las obras de ficción ya que todas ellas ofrecen numerosos atractivos dentro de la Historia del Cine Español. Carne de fieras (Armand Guerra, 1936) es una curiosa película que no llegó a ser estrenada y cuya copia, adquirida a un coleccionista, mantenía el negativo original con las claquetas de rodaje sin cortar. Debido a la inexistencia de un guión hubo que seguir el copión de montaje que estaba incompleto, con lo que dificultaba el trabajo aunque permitía seguir una cierta continuidad argumental. La película incluye escenas de desnudo femenino (la protagonista bailando dentro de una jaula de leones), haciéndola un producto atípico ya que se sale de lo meramente pornográfico. La copia restaurada se estrenó en la sede de la Filmoteca en 1992.


En el mismo año se recuperó una película del director aragonés Forián Rey que se daba por perdida: Orosia (1943). La localización de la copia fue curiosa ya que tras una entrevista radiofónica a Agustín Sánchez Vidal que acababa de escribir una monografía sobre Florián Rey, Ángel Belloc se puso en contacto con la Filmoteca de Zaragoza para informar que guardaba una copia. Había participado en el rodaje interpretando un papel y la había recibido como pago por su trabajo. La película se reestrenó el 23 de abril en el cine Fleta.


¡¡¡Abajo los hombres!!! (José María Castellví, 1935) es un músical cuya restauración partió de la localización de dos copias, un trailer publicitario y varios descartes por lo que se tuvo que realizar un estudio comparativo para comprobar cuales eran los planos mejor conservados. Tras acabar el proceso de restauración, la copia pudo exhibirse en la sede de la Filmoteca en 1996.

 


Alma de Dios (1923)



Por último, hay que destacar Alma de Dios (Manuel Noriega, 1923), filme que se consideraba perdido. Se trata de una comedia lírica de costumbres populares escrita por Carlos Arniches y Enrique García Álvarez. Tras el proceso de restauración se conserva una copia en su formato original mudo y otra en sistema digital para su visionado actual "sonoro". La película se reestrenó el 28 de abril de 2003 en el Teatro Principal.


Seguramente han quedado muchas cosas en el tintero pero estas breves líneas no pretendían sino servir de pequeño homenaje a la labor de las Filmotecas, y en concreto a la de Zaragoza, como adalides de la recuperación y conservación del importante y todavía poco valorado patrimonio cinematográfico. Como decía Vladimir Pogacic (expresidente de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos): "La película que hoy día es mediocre puede llegar a ser inestimable en el día de mañana. No se trata sólo del progreso de la cinematografía, se trata también del progreso de cada país. La tarea de la mayor parte de los archivos de películas no es valorar o elegir las películas que hay que conservar; su función es guardar todo y dejar que el tiempo efectúe su juicio."

 

(Publicado en la revista Actum, número 1, enero-febrero 2004)

 

 

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