El Golem y la bailarina
(Der Golem und die Tänzerin, Paul Wegener, 1917)

 

 


Basado en un texto de Fergus G. MacIntyre


La leyenda del rabino Low y el Golem de Praga fue filmada por el actor y director bávaro Paul Wegener: El Golem, 1914; la trató básicamente como película de terror, y rehizo esta historia más elaboradamente en 1920 titulándola El Golem: Cómo vino al mundo (película que influyó profundamente en el Frankenstein de James Whale). Entre estas dos películas, Wegener escribió, dirigió y protagonizó El Golem y la Bailarina (1917).

Esta película, que casi todo el mundo considera perdida, continúa esperando su restauración en los archivos cinematográficos de algún país del este de Europa. Se trata de la primera secuela de la historia del cine.

La que a priori podría considerarse una simple segunda parte, resulta ser algo totalmente diferente. Pese a que la protagonista de las tres versiones es la misma actriz checa (Lyda Salmonova, esposa de Wegener), el film de 1917 es una comedia sexual, aunque quizás no demasiado explícita, ni siquiera para este período.

Empecemos por su título. Tänzerin se traduce literalmente por bailarina. Pero la bailarina de la película es realmente una bailarina de pago; es decir, una prostituta. Paul Wegener hace de sí mismo, asistiendo a un pase de su película de 1914 en Berlín. Vemos un fragmento de este film en el que Wegener actúa de Golem, la estatua de arcilla que cobra vida mágicamente. Una mujer de ojos oscuros llamada Helga (Lyda Salmonova), está con un amigo entre el público. Le confiesa que está enamorada del Golem interpretado por Wegener, hasta el punto de que tiene en su habitación de un hotel cercano una figura a tamaño natural de la criatura. Wegener escucha por casualidad la conversación, y su cara se ilumina: ha tenido una idea.

Wegener lleva en el maletero de su coche el disfraz completo de Golem (incluyendo los pesados zapatos, la incómoda peluca y el maquillaje). Lo coge y va al hotel donde se aloja Helga. Varias referencias visuales ya han establecido que Helga es una prostituta, y que aunque esa noche no tiene trabajo, en cualquier momento puede presentarse un cliente.

Así sucede, y Wegener lo soborna para que le deje entrar en su lugar en la habitación de Helga (asombrosamente grande y bien equipada para ser el cuarto de trabajo de una prostituta de Berlín, especialmente durante la gran guerra). En el interior de la habitación, Wegener encuentra la estatua del Golem. Con gran esfuerzo, la guarda en un armario y se coloca él disfrazado en su lugar, manteniéndose inmóvil cuando llega Helga.

Helga dice en los rótulos: "¡Oh, mi Golem, ninguno de los hombres que me han amado te supera! ¡Eres tan fuerte, tan poderoso! ¡Cómo desearía que cobraras vida y me hicieras el amor!". Entonces la estatua cobra vida mágicamente. Pero cuando parece que la fantasía sexual de Helga se va a consumar, aparece el cliente y desvela el misterio.

La película es una obra menor, de bajo presupuesto. Pero merece ser rescatada del olvido, porque contiene unos ingredientes muy estimables, como la atracción física por una figura inanimada (precedente de filmes como Ensayo de un crimen de Buñuel o Tamaño natural de Berlanga, etc.)

El Golem es pues también un símbolo de potencia sexual. Versiones de la leyenda praguense aseguran que amó a más de una mujer del barrio judío...

 

el Golem

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