EL FIN DE LA INTIMIDAD Por Antonio Tausiet
Los ministros de Transportes de la UE han decidido, por unanimidad, dar vía libre al sistema de navegación por satélite Galileo. Este proyecto, que entra en fase de desarrollo, pondrá fin al monopolio del sistema estadounidense GPS (Global Positioning System). Galileo contará con una flotilla de unos 30 satélites, con los que Europa tendrá controlados todos los movimientos del planeta con una precisión de cinco metros. Este sistema, que será realidad en el año 2008, es una pieza fundamental para controlar las aeronaves que surcan los cielos, los barcos que navegan por los océanos o cualquier tren o automóvil. Hasta aquí, todo muy bonito: Europa se apunta un tanto tecnológico para competir con los Estados Unidos. Pero... ¿alguien sabe hasta dónde llega hoy el sistema GPS, y llegará en poco tiempo Galileo? Para ello, nada mejor que consultar a la empresa Ericsson, fabricante de teléfonos móviles. Y desde allí se nos cuenta qué es exactamente el “Sistema de Posicionamiento Móvil”. Se trata de que cualquier persona que tenga conectado su teléfono móvil puede ser localizada. Ya no hablamos de aviones, barcos, trenes o vehículos privados. Estamos llegando al concepto de intimidad personal. Nos dice Ericsson que el usuario puede decidir si permite o no identificar su ubicación. Todo son ventajas. Pero, ¿quién asegura que esto será –o es- así? ¿No parece muy jugoso para las compañías, para los estados, para los líderes religiosos, para los militares, para los jueces, tener constancia de dónde se encuentra cada empleado, cada cliente, cada contribuyente, cada feligrés, cada enemigo, cada acusado (culpable o no)? Yo veía cómo los humanos de mi alrededor iban incorporando durante los últimos años a su particular indumentaria cotidiana el adminículo móvil, sin explicarme hasta ahora por qué se producía esta mutación de usos y costumbres. En el Líbano llevan varios años desarmando a la población, cambiándoles las armas por teléfonos móviles. Ahora empiezo a entenderlo todo. Aviso al Cobrador del Frac: a partir de 2008, tendrás que introducirte en las nuevas tecnologías, y cambiar el 600 por un Localizador Electrónico de Morosos. Renovarse o morir.
EL FIN DE LA INTIMIDAD (II) Por Antonio Tausiet En el primer capítulo de esta serie sobre el control absoluto de los poderes sobre los individuos hablábamos de la realidad de la localización de personas en cualquier parte mediante la frecuencia de sus teléfonos móviles, a través de satélite (GSM o Galileo). Hoy traemos la segunda parte: no sólo se puede saber dónde, sino también cómo. Según informa el diario El País, el satélite Quickbird capta imágenes de la Tierra desde el espacio... con la mejor resolución alcanzada hasta ahora: cualquier objeto, animal o persona a partir de 60 cm. de longitud. Basta con saber la localización de la víctima para, acto seguido, certificarlo mediante una fotografía de gran calidad. Y esas fotografías están a la venta. Cualquiera puede adquirir por unos cuantos dólares una imagen de esa increíble resolución. Pero todo esto son tonterías para entretener a civiles: la tecnología de estos satélites lleva al menos 15 años empleándose para usos militares; de hecho, los satélites espías estadounidenses pueden captar objetos a partir de 13 centímetros. La localización de individuos y su plasmación en fotografías no es una invención de febriles guionistas de películas de espías. El concepto de intimidad no abarca ya sólo al derecho de cada uno a que nadie más controle su vida. Dios, el omnipresente, ha vuelto a encarnarse en la Tierra, y ahora tiene aspecto de satélite. Ay de los pobres pecadores que osen mover un dedo contra la voluntad de los Ojos Que Nunca Se Cierran. Desaparecerán fulminados por la nueva Justicia Infinita.
EL FIN DE LA INTIMIDAD (III) Por Antonio Tausiet En este tercer y último capítulo sobre el incumplimiento del artículo 12 de los Derechos Humanos (“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”), nos centraremos en las captaciones de conversaciones privadas. La primera parte se dedicó a la localización geográfica de los individuos, y la segunda a la obtención de imágenes de esa localización. El archiconocido Echelon es sólo un eslabón de una inmensa red controlada por Estados Unidos y sus aliados de habla inglesa –el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda– denominada UKUSA en virtud de un acuerdo que constituyó dicha alianza en 1948. Es muy poco lo que se sustrae al control de UKUSA, que intercepta mensajes transmitidos por Internet, cables submarinos (toda la telefonía mundial) y emisoras de radio. Funciona también en el espacio, por medio de una flota de satélites. Según Cambio 16, La Agencia Nacional de Seguridad de EE UU (NSA) intercepta rutinariamente todas las comunicaciones por correo electrónico, teléfono y fax que se producen en Europa. Oficialmente, los gobiernos sólo admiten que estas vigilancias tengan por objeto neutralizar ciertos peligros “unánimemente aceptados”, como la proliferación de las armas, el tráfico de drogas, el terrorismo y el crimen organizado. Pero ésta es sólo la parte visible del iceberg. Es un hecho incontestable que los peligros enumerados tienen su origen en los propios estados que dicen combatirlos... Un ejemplo: la NSA identificó en Madrid, Santiago de Chile, Buenos Aires y Londres a todos y cada uno de los activistas de derechos humanos que jugaron un papel importante en la detención y los procesos judiciales emprendidos contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet. Este espionaje provocó que muchos de ellos fueran amenazados o expulsados de sus trabajos sin motivo aparente. Amnistía Internacional y Greenpeace figuran entre las organizaciones que interesa observar. Francia, Alemania y la Federación Rusa cuentan con sistemas similares, así como los países escandinavos y algunos de Oriente Medio, como Israel, Arabia Saudí y los Estados del Golfo Pérsico. Los presupuestos de estas las agencias de los gobiernos suponen un desembolso anual de 20.000 millones de dólares. Y un último dato escalofriante: en los últimos años se ha producido un giro político en cuanto al objetivo de la vigilancia: en vez de investigar la delincuencia, las autoridades policiales y aduaneras siguen cada vez más a determinadas clases sociales y razas que viven en zonas señaladas, antes de que se cometa el supuesto delito. Se trata de una forma de investigación policial preventiva, denominada "reserva de datos", que se basa en modelos militares de recogida de enormes cantidades de información de bajo nivel. Resumiendo: no sólo saben dónde estás; también controlan qué haces, porque te ven y pueden fotografiarte; y escudriñan qué dices, porque te oyen y pueden grabarte. El fin de la intimidad es, pues, también, el fin del individuo. Viva la dictadura de la uniformidad. Quien ose gesticular, oler, vestir o pensar distinto a los cánones obligatorios, será maniatado, aplastado contra el suelo y ejecutado. En defensa de los Derechos Humanos, la libertad y la democracia. |