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PRESUPUESTO PARTICIPATIVO
Por Antonio Tausiet
www.tausiet.com

 

El Partido de los Trabajadores de Brasil llegó al poder en 1989 al ayuntamiento de Porto Alegre. Se puso en marcha un proyecto denominado Presupuesto Participativo, una iniciativa revolucionaria que acerca el poder al ciudadano.

Su planteamiento es bien simple: las decisiones políticas se toman consultando a las asociaciones ciudadanas. En la actualidad hay al menos 70 ciudades en todo Brasil que utilizan el sistema de Presupuesto Participativo, basándose en la experiencia que tuvo lugar en Porto Alegre. Pues bien: los resultados son espectaculares. En 1989, el sistema de alcantarillado llegaba al 46% de las familias y, en 1995, al 74%. En el campo de la educación, las inversiones decididas por el Presupuesto Participativo permitieron aumentar el número de matrículas a más del doble entre 1988 y 1995, además de una considerable mejora de la calidad de la enseñanza. El sistema de transportes ha recibido el premio de mejor calidad de todos los transportes públicos y privados del país. La ciudad cuenta con una recolección selectiva de basuras, que es una de las más modernas del mundo. Hoy Porto Alegre está considerada por la ONU y por muchos otros organismos internacionales, como una de las ciudades donde mejor se vive en el mundo.

Pero todas estas realidades no se quedan ahí. El Presupuesto Participativo convierte a los habitantes mediante democracia directa en una ciudadanía activa y movilizada. El Partido Socialista argentino lo propone para Buenos Aires, en México se están dando las primeras experiencias... y en Albacete, España, donde su alcalde socialista ha puesto en marcha un Foro Participativo a imagen del de Porto Alegre. Se han inscrito 118 asociaciones. Dependerá de los vecinos a qué se destinan 100 de los 150 millones de euros del presupuesto municipal. Por supuesto, el Partido Popular de Albacete se opone a estas medidas. Siguiendo su habitual línea democrática, han dejado escrito que la política participativa implica un "todo con los ciudadanos, pero sin los concejales". Se refuerza pues la tesis de que el Presupuesto Participativo es una gran idea y que hay que avanzar en su implantación generalizada.