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NACIONALIDADES HISTÉRICAS
Por Antonio Tausiet
www.tausiet.com

 

Lamentablemente, ha tenido que ser un cavernícola el que salga a dar españolazos para decir que las comunidades autónomas españolas no deberían tener diferencias legales. El presidente del Tribunal Constitucional defiende aquella España atada y bien atada que pretendía legar Franco a Juan Carlos, y dispara con balas de razón para intentar herir a sus enemigos políticos, los defensores de las nacionalidades diferenciadas.

En medio de la lluvia de proyectiles quedan los habitantes de las autonomías marginadas, que siguen sin entender por qué hay consagradas en la Constitución Española unas diferencias tan evidentemente injustas. Para colmo, y cuando es más necesario que nunca empezar a discutir sobre la inevitable República Federal que ha de venir, surgen voces defendiendo un federalismo asimétrico, para seguir ahondando en esas absurdas diferenciaciones.

Pero si la postura de los supuestos constitucionalistas defendiendo aquella nefasta España imperial es repugnante, no lo es menos la de los nacionalistas que han sacado las uñas cuando se ha hablado de una equiparación justa. Y el ridículo mayor ha venido de partidos como la Chunta Aragonesista, que defiende sin rubor que Aragón es superior.

Porque de un partido de izquierdas uno se espera que matice las oscuras razones de fondo de quien defiende dejar de diferenciar las nacionalidades. Pero sostener que sigan existiendo dos bandos, para colocarse en el de los beneficiados, es cualquier cosa menos progresista, igualitario, fraterno. Es clasista, insolidario, racista y reaccionario.

Y claro, todos apelan a la Historia de España. Jiménez de Parga para meter la pata hasta el fondo acusando de retrasados a los del norte. Y los nacionalistas hablando de lo antiguos que son sus respectivos territorios. ¿Cómo va a tener los mismos derechos un habitante de Murcia o La Rioja que un aragonés o un leonés, por no hablar de un vasco o un gallego? ¿Cómo va a tener los mismos derechos un saharahui que un francés, o un irlandés que un alemán? Claro, claro. Empezamos a entendernos. La igualdad sólo puede darse entre los miembros de una misma clase. Nada de mezclas.

Entre unos nacionalistas y otros, dan ganas de apuntarse a la máxima de que el pasado no existe, porque si la recuperación de la memoria histórica pasa por estos seres que no ven más allá de sus orejeras de burros, mejor será vivir el presente con la esperanza de futuro de que pronto nadie se acuerde de ellos.