EL SÍNDROME TÓXICO: ¿AQUÍ HAY TOMATE?
Por Antonio Tausiet
www.tausiet.com

 

 


Corrían tiempos de golpes de estado en España. Hacía ya seis años que se había muerto el dictador, pero las cosas estaban aún revueltillas. Gobernaba la UCD, e informaban medios como Diario 16.

Y ocurrió una intoxicación masiva: más de setecientos muertos y veinticinco mil afectados, con foco en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.

En un principio, nadie sabía de dónde venía la cosa. El Ministro de Sanidad, Jesús Sancho Rof, atribuyó el síndrome tóxico a una neumonía atípica, producida por un "bichito tan pequeño que si se cae de la mesa, se mata". Los afectados creyeron que su enfermedad era contagiosa. Luego se atribuyó al aceite de colza desnaturalizado con anilinas. Partidas que en un principio iban a ser de uso industrial, se tintaban para distinguirlas de las de consumo humano. Pero mediante las anilinas se podían destintar. Los que bebían alcohol no murieron, debido a que se neutralizaban así los efectos del veneno. Hoy, sin embargo, se mantiene la duda: ¿fueron los tomates?

Según se sostiene en círculos que lamentablemente no dan garantías de rigor científico, el aceite no tuvo que ver en la intoxicación, sino la ingesta de unos tomates con concentraciones demasiado altas de un pesticida organofosforado de la firma Bayer, mezcla de Nemacur y Oftanol, entre otros componentes.

http://free-news.org/index02.htm

Pero también hay alguna asociación al margen de esos círculos que difunde la misma teoría. Los tomates se cultivaron supuestamente en Roquetas de Mar (Almería) con ese pesticida, y luego se vendieron en mercadillos ambulantes, lugar al que van a parar las partidas de alimentos que no pasan los controles sanitarios. Lástima que sólo les hacen caso en la secta denominada "Unificación Comunista de España". Los detalles del asunto llegan a extremos delirantes, como la gira del avión militar estadounidense que sobrevoló Almería irrigando el "arma química" de la Bayer para usar a los españoles como cobayas, pasando luego por Zaragoza y llegando a Torrejón de Ardoz, bases de los USA en España. Y el posterior suicidio del piloto, al enterarse de las muertes causadas. Sólo falta el avistamiento OVNI.

http://www.uce.es/seriales/serial_sindrome.html

Así que nos seguimos quedando con la duda. Desde los organismos oficiales (Ministerio de Sanidad, Organización Mundial de la Salud) se continúa con la tesis de que fue el aceite. Desde las páginas web que manejan algunos tarados, se habla del tomate. El problema es que este tema no es como lo de la falsa muerte de Elvis o el supuesto montaje de la llegada del hombre a la luna. Esas estupideces están claras meridianamente. Pero lo de los pesticidas contra la colza sigue inquietando: hasta el punto de que un programa de televisión serio como Línea 900 trató el tema... desde el punto de vista de los defensores de la tesis del tomate.

¿Es que nadie con un par de dedos de frente puede aclararnos algo de esto?

 

ACTUALIZACIÓN 2007:

El diario español El País publica un artículo esclarecedor sobre este asunto, que entierra el tema del tomate. Entre otras cosas, su autor José Yoldy afirma:

El juicio contra 38 aceiteros se inició seis años después, el 30 de marzo de 1987, hace ahora 20 años. Y entonces, como ahora, una asociación de afectados y varios abogados de las defensas se conjuraron para enmarañar el proceso y tratar de sacarle el mayor beneficio posible. Cinco abogados, apoyados en los dictámenes de un perito de parte, Antonio Muro, sostuvieron que el origen de la enfermedad eran tomates cultivados en Almería que habían sido tratados con pesticidas de la multinacional alemana Bayer. Pero como no había el más mínimo indicio, según fue avanzando el proceso judicial, la tesis fue evolucionando. Los causantes seguían siendo los tomates, pero el envenenamiento masivo ya no era accidental, sino intencionado, con la finalidad de encubrir un accidente de guerra química, supuestamente ocurrido a finales de 1980 en la base militar que el Ejército de Estados Unidos tenía en Torrejón de Ardoz.

La citada tesis sostenía que los americanos estaban haciendo experimentos con armas químicas que luego serían utilizadas en la guerra Irán-Irak. Un abogado listo, al que luego se sumaron varios más, había descubierto que en esa guerra habían aparecido supuestas etiquetas de armas químicas fabricadas en España y recordó que significativamente el primer fallecido había sido un niño de Torrejón de Ardoz, por lo que la base militar estaba en el origen del envenenamiento. La tesis era perfecta puesto que, además de exculpar a los aceiteros, ofrecía a las víctimas un culpable con dinero para pagar las elevadas indemnizaciones, y a la opinión pública un responsable que se veía en aquel momento -gobernaba el PSOE- más como un colonizador que como un aliado.

Los epidemiólogos pudieron concluir que la causa fue el aceite adulterado tras el estudio del envenenamiento en conventos de clausura, de los casos periféricos y los tardíos, y se llegaron a determinar las rutas de distribución del aceite.

 

(Ilustración: caricatura de Jesús Sancho Rof, por Francisco Ibáñez, 1981)

 


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