Stari Poznanici (Viejos Conocidos, traducido al idioma serbio) es un cortometraje de Antonio Tausiet, escritor y cineasta, que realiza piezas con talante subversivo de muy diferentes características. Pero siempre utilizando las herramientas artísticas como un ejercicio personal de liberación de fantasmas y de reivindicación del derecho de crítica, por encima de elitismos, talantes iluminados y exceso de transcendentalismos huecos que no llevan a ninguna parte. El humor como subversión.

En este caso, se trata de la representación irónica de la eterna lucha entre el Bien y el Mal, con el obligado final del "que todo cambie para que no cambie nada".

A través del encuentro entre dos "viejos conocidos", asistimos a la puesta en escena de una batalla que nunca se acaba. Los representantes de esta visión aparentemente maniquea, pero absolutamente escéptica en el fondo, son Drácula (Draco, el Dragón, el Demonio) y Jesucristo.

"El sufrimiento reina por doquier", dice el guión. Y no deja de ser una constatación de la sociedad humana, caracterizada por su canibalismo secular.

Dentro de un envoltorio que intenta rendir un homenaje a los clásicos del cinematógrafo, desde el cine mudo europeo o los enfrentamientos de serie B entre los míticos monstruos de la Hammer, pasando por un cierto pesimismo estético de raíz bergmaniana, hasta llegar a la imagen sansulpiciana del Sagrado Corazón, se intenta exorcizar una serie de estupideces enraizadas en la cultura occidental, como la religión católica y sus absurdos ritos y tradiciones.

Este cortometraje ha recibido el Premio al Mejor Guión del Festival de Cine de Zaragoza (Aragón, España), y el Premio al Mejor Audiovisual 2003 "MVT Heraldo", consistente en la asistencia al Festival Internacional de Cine independiente de Buenos Aires.